27 diciembre 2008

Geovana, atleta y ayudante de costura


Geovana Irusta logró imponer un récord y ganar diez veces el título sudamericano de marcha atlética, entre algunas de sus cosechas que la convirtieron en una de las mejores atletas bolivianas de todos los tiempos. También ganó nacionales, Bolivarianos y estuvo en tres Juegos Olímpicos. Ahora está vigente y con el espíritu renovado, pero desde el 29 de julio estableció radicatoria en Argentina, porque, según ella, se cansó de pedir apoyo económico y sólo encontrar problemas en Bolivia.

En los últimos meses participó en siete competencias callejeras, de las que ganó una, en Quilmes, y para mantenerse también se desempeña como ayudante en talleres de costura.

¿Cómo te sientes entrenándote fuera del país?

Bien, pues me siento mejor concentrada. Pero, a la vez, extraño mucho, porque nunca estuve tanto tiempo fuera de nuestro país. De lo único que me libré es de los malos ratos que me hicieron pasar gente que no comprendió mi trabajo.

¿Por qué elegiste Argentina como tu destino?

Primero porque está cerca de Bolivia y porque, después de no aceptar la invitación de Guatemala, era la única opción que tenía para salir del país.

¿Qué fue lo que te ofreció la gente de Guatemala?

La oferta me la hizo el entrenador José Alvarado (mexicano) para trabajar con su equipo. Él está al mando de un proyecto ambicioso y me quería dentro, con la posibilidad de nacionalizarme en breve. Allá tendría todas las comodidades y facilidades para concentrarme en mi entrenamiento, como actualmente las tienen todos los miembros del equipo. La oferta era tentadora, ya que lo más importante que me ofreció fue la tranquilidad y la seguridad económica que todo deportista y cualquier ser humano desea tener.

Es importante hacer notar que en Bolivia, en los últimos años, me ayudaron para los gastos de mi preparación, pero nunca tuve un sueldo y eso no lo supieron entender, vean a estas alturas de mi vida (tiene 33 años) le di todo a mi país, dejé mis estudios y no pensé en la estabilidad económica para mi futuro y hoy estoy pagando las consecuencias.

Es como si un futbolista jugara únicamente por la Selección y le dieran dinero sólo para su alimentación, su ropa de entrenamiento y competencia, sus medicamentos y no le pagaran un sueldo. ¿Será que esa persona aceptaría? Pues yo sí acepté por mi país. Ésa es la realidad de muchos deportistas como yo, que le dieron su vida al país y están en el olvido.

¿Cuál es tu meta más cercana?

Quiero otra medalla de oro sudamericana y la medalla de la Copa Panamericana 2009 en El Salvador, además debo desquitarme de mi ausencia en los Juegos Olímpicos de Pekín clasificando al Campeonato Mundial de Atletismo 2009 (la marca es la misma que para los JJOO), demostrando a los que no creyeron en mí que sólo necesitaba tiempo para lograr la marca para este mundial. Por último, quiero cerrar mi participación en mi tierra natal, Sucre, haciendo vibrar a mi Bolivia, como muchas veces lo hice, con la medalla de oro bolivariana, por cuarta vez consecutiva. Muy a pesar de que me cortaron la beca para mi preparación, pues esto se debe a que aún existen autoridades que están dentro el manejo del deporte que jamás han practicado deporte, porque ni siquiera han tomado un curso de administración deportiva y no saben las necesidades de un atleta. Esas irregularidades continúan, a pesar de que el presidente Evo Morales se comprometió, a través mío (en su campaña), con los deportistas que la gente que maneje el deporte serían personas que lo conozcan.

¿Cómo quedó tu relación con los bolivianos (dirigentes, deportistas y aficionados)?

No he tenido contacto con ningún dirigente desde que salí del país, puesto que no recibí ninguna carta o nota de ellos. Con los deportistas es diferente y nuestra relación es de amigos. Como de costumbre, seguiré luchando por ellos para que tengamos días mejores y con la afición, mi más preciado tesoro, tengo un compromiso moral, le entrego mi corazón a cada uno de los bolivianos.

¿Tienes posibilidades de nacionalizarte argentina y no representar más a Bolivia?

No. Amo demasiado a mi país para tomar esa determinación. Ese rumor fue un malentendido, pues alguien quiso hacer creer que yo quería cambiar de nacionalidad, pese a que en algún momento lo pensé, porque muchos deportistas que optaron por esa decisión lograron mejor trato, cosa que yo no tengo por parte de mis dirigentes y autoridades. Ningún deportista logró en la historia de Bolivia lo que yo conseguí, perdón si me equivoco, pues así me lo hacen sentir hasta en Argentina. En este país amigo la gente y la prensa se encargaron de demostrarme que mis logros traspasaron las fronteras y me convertí en un referente del deporte boliviano, por eso siento que cambiarme de nacionalidad sería como si quisiera cambiar de apellido.

¿Qué beneficios estás recibiendo en Argentina?

Ahora que me fui a vivir a Argentina, conseguí mi radicatoria permanente. En esta primera etapa de preparación me estoy dedicando a hacer carreras de calle que, gracias a Dios, me permiten ganar premios en efectivo. Ya participé en varias, y en la famosa Maratón de Buenos Aires fui sexta. El mejor beneficio es el reconocimiento de la gente y sobre todo de los bolivianos, que de alguna forma me ayudan y siempre se preocupan por mí.

¿Lo que ganas en las carreras te alcanza para vivir?

No, pero me doy formas. Estoy trabajando en talleres de costura para poder pagar el dinero que debo por los viajes que realicé a España y Brasil. Ese dinero tenía que devolverme el Viceministerio, pero hasta ahora no lo recibí (alrededor de 3.500 dólares) pese a que los viajes fueron en representación de nuestro país.

Argumentan que debo informes, pero yo creo que no es más que una medida de represalia por lo que en su momento declaré, por esa razón le digo al presidente de la Federación de atletismo, Marco Luque, y a su directorio que me disculpen si les ofendí, y si ellos quieren, lo haré en forma escrita pese a que es la verdad, pero que no tomen más represalias y que no me hagan pagar tan caro mi osadía de decir lo que pienso. En estos meses, las cuentas que tengo ya subieron mucho, pues estoy pagando intereses. Les pido por amor a Dios que me entiendan, que piensen en todos los logros que les di en 17 años de carrera.

¿Tendrás ganancias económicas?

Venciendo en las carreras que se realizan en Argentina ganaré algo y desempeñándome como ayudante en talleres de costura me alcanza para vivir, como miles de bolivianos que radican aquí. La realidad de los inmigrantes bolivianos es muy dura. Sin embargo, tengo la esperanza de repetir las victorias del pasado y que los auspiciadores confíen en mí.

¿Volverás a Bolivia?

Seguro que sí, es mi país y lo haré cuando mi gente lo requiera, porque nunca me dio la espalda; siempre me alentó y me dio su amor. Les prometo que en los años que me quedan como deportista nunca les haré quedar mal, pondré en alto el orgullo boliviano.

La frase

Le agradezco a mi familia porque siempre me comprendió y aceptó las decisiones que tomé. Ellos (sus familiares) nunca estuvieron de acuerdo con que me dedique al deporte y ahora entiendo por qué”

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