17 junio 2009

Irusta le saca el “jugo” al CAR español



Geovana Irusta le saca el “jugo” a su estadía en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona, España. Su actividad comienza a las 6.30 todos los días y termina a eso de las 22.30. Su estadía en ese lugar, uno de los más grandes del mundo, que aloja y presta servicios a atletas de élite de todas partes, tiene como finalidad su preparación que apunta a dos objetivos: clasificarse al Mundial de Atletismo, que se disputará en agosto próximo (del 15 al 23) en Alemania, y llegar a punto para apostar por la medalla de oro en los Juegos Deportivos Bolivarianos Sucre 2009, en el mes de septiembre (12 al 24).

La mejor marchista del país y su entrenador, Fernando Trino, cumplen una intensa actividad en el CAR. Están en el lugar gracias a una gestión encarada por el viceministro de Deportes, Víctor Barrientos, que posibilita que ellos gocen de todos los servicios sin costo alguno.

Es una de las pocas privilegiadas. Del equipo Bolivia que participará en los Juegos, es escaso el número de deportistas que está afuera. En realidad, sólo ella y la levantadora de pesas Patricia Ávila, que está en Chile, cumplen una preparación en un CAR.

El próximo sábado 20, Irusta participará en el Challenge de La Coruña, también en España. En esa prueba buscará obtener la marca mínima en los 20 kilómetros de la marcha, en pos de clasificarse al Mundial. Será su única oportunidad. Si no lo logra, no podrá asistir a Alemania.

No todo es entrenamiento físico y técnico dentro del CAR. La avanzada tecnología en medicina deportiva que tiene ese centro ha hecho revelaciones importantes sobre el estado de la deportista boliviana.

La pasada semana se sometió a varios estudios para, en primer término, determinar cómo está su salud; luego, la fase de entrenamiento en la que se encuentra, los progresos del proceso, las cargas de entrenamientos (si son o no las adecuadas), etcétera.

Según su entrenador, Fernando Trino, los resultados han sido en todos los casos favorables.

Estudios de analítica (cantidad de glóbulos rojos, particularmente hemoglobina, glóbulos blancos y otros) dieron como resultado el buen funcionamiento de hígado y riñones de la atleta.

A través de un electrocardiograma se determinó que su corazón “está en muy buenas condiciones”, manifestó su entrenador.

Sus pulmones —de acuerdo con una aspirometría— pueden acumular una buena cantidad de oxígeno en una aspiración. “Sobrepasó el 100 por ciento, llegando al 104 por ciento, de acuerdo con los parámetros, tomando en cuenta peso, estatura y edad”.

Los exámenes a los que se sometió Irusta también determinaron la conformación del cuerpo atlético, cantidad de grasa, músculo y hueso. ¿Para qué sirve este estudio denominado antropometría? Para ver si se está trabajando bien en la parte muscular y si se está teniendo un buen control de la grasa, y en qué partes hay que mejorar más.

“En ella, el porcentaje de grasa es bastante bajo, lo cual nos muestra que se está llevando a cabo una buena dieta, y de la misma forma la cantidad de porcentaje muscular, que nos muestra que tenemos un trabajo con calidad, vale decir que tenemos una atleta en forma”.

Asimismo, el examen de fuerza, a través de un hergómetro (una cinta sin fin con los aparatos respectivos, como ser electrodos para ver frecuencia cardiaca, máscara para el anhídrido carbónico CO2, etc.), marcó la resistencia a la velocidad.

“En este estudio, cada tres minutos se va aumentando la velocidad y en los intervalos se van tomando muestras de sangre para ver cómo va evolucionando el ácido láctico y hasta dónde el atleta puede resistir; en el caso de Geovana, empezó a ocho kilómetros por hora y llegó hasta 14 kilómetros por hora, lo cual nos mostró una buena progresión y nos da mejor los parámetros de entrenamiento y de competencias”.

Los estudios, realizados por la médica Monze Bellber y el médico Pedro Saavedra, han servido para enfocar mejor la última parte del entrenamiento de la deportista. A fines de mayo, Irusta participó en el Challenge de Cracovia (Polonia), en el que se ubicó décimo segunda en una prueba de 10 kilómetros marcha, la mitad de lo que debe competir el sábado 20 en La Coruña. A esa prueba llegó sólo unas horas antes y después de un largo viaje. “El resultado fue, a pesar de todo, satisfactorio. Eso nos hace pensar que para la próxima prueba estará en un muy buen nivel, tomando en cuenta la preparación que está llevando a cabo en el CAR”.

Si Irusta logra la marca mínima para asistir al Mundial, el 28 de este mes también asistirá a una prueba de Dublín (Irlanda), como parte de su preparación para ir a Alemania.

Se prevé que a fin de mes la atleta regrese al país para continuar entrenando, ya sea de cara al Mundial o sólo para los Juegos Deportivos Bolivarianos.

1h 38’ Es la marca mínima exigida para los 20 kilómetros de la marcha atlética. Si Irusta logra el sábado en La Coruña un tiempo inferior a ése, se clasificará al Mundial de Alemania.

Hace cinco años, la boliviana obtuvo su mejor registro en esa misma prueba: 1 hora 32 minutos y seis segundos.

La otra mirada

EL DESAYUNO

Un café con leche, un vaso de jugo de naranja, un vaso de yogur, una fruta y un par de tostadas.

EL ALMUERZO

Verduras, carbohidratos (arroz, pasta o patatas, sólo una de ellas), proteínas (pescado o pollo, alguna vez una carne de res a la plancha) y un par de frutas.

CENA

Dos vasos de leche, un plato de verduras, un vaso de yogur y media porción de pescado o pollo (100 gramos).

La frase

Los estudios han evidenciado que estamos en un 85 por ciento del umbral, vale decir que debemos seguir trabajando en la parte del específico. Eso hemos hecho, es decir, seguir la afinación. Yo creo que a la próxima competencia llegará en un 90 por ciento”

Fernando Trino

Entrenador de Irusta

¿Cómo es un día de la atleta en el CAR?

Geovana despierta todos los días a las 6.30 y desayuna media hora después.

Comienza su primer y el más importante entrenamiento a las 7.30. “Esta unidad de trabajo dura aproximadamente tres horas y consiste en el trabajo de velocidad y ritmos de competencia, además de la estrategia para la misma”.

Luego se le otorga un descanso hasta las 13.00, hora que va a almorzar.

A las 15.30 acude al gimnasio del CAR, donde tiene un trabajo de flexibilidad y potencia, que dura dos horas; posteriormente, a la sala de masajes o hidromasaje, “esto de acuerdo con el trabajo realizado en el día. Dura unos 45 minutos”.

A las 19.30 lleva a cabo el último entrenamiento del día, por espacio de una hora. A las 21.00 cena y a las 22.30 se va a dormir.

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