24 septiembre 2009

Zambrana juega un certamen “a ciegas”


Jugadores profesionales con los ojos vendados, entre ellos el Gran Maestro boliviano Oswaldo Zambrana, participan desde ayer en el primer torneo de “ajedrez a ciegas”, en la ciudad argentina de Córdoba, y que cuenta también con la presencia de un campeón argentino invidente.

El torneo se diferencia de los habituales porque cuenta con casillas negras más elevadas, piezas con espigas en su base para insertarlas en agujeros del tablero y marcas en las piezas negras con el fin de identificarlas.

A la cita de Córdoba acuden maestros de Argentina, España, Bolivia y Uruguay, que podrán enfrentarse con el campeón argentino invidente y Gran Maestro José Luis López, quien juega en un tablero adaptado.

La idea de organizar este certamen nació en el club de ajedrez Ruy López, de Lucena, en Córdoba, España, y despertó el interés en la provincia homónima de la Argentina con el objetivo de promocionar el turismo en estas dos ciudades y el de propiciar el acceso y la integración de las personas con discapacidad.

En esta modalidad, cada ajedrecista lleva audífonos para que, por esa vía, les comuniquen el tiempo de juego utilizado.

“Nunca jugué un torneo de esta naturaleza, pero hace cinco años jugué de manera simultánea a ciegas con cuatro ajedrecistas campeones juveniles de La Paz y gané”, recordó el Gran Maestro Zambrana, quien acude al acontecimiento en calidad de invitado.

El certamen se lleva a cabo en dos fases, la primera comenzó ayer y concluirá el sábado; la segunda será entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre en Córdoba, España.

Asisten Rubén Felgaer, tricampeón argentino, y su compatriota Guillermo Soppe, quien fuera bicampeón; el uruguayo Andrés Rodríguez, el mejor jugador en la historia del ajedrez de su país; el boliviano Oswaldo Zambrana, y los españoles Enrique Rodríguez y David Lariño, éste, actual campeón español, además de López.

La modalidad de ajedrez a ciegas es la más espectacular y además tiene un innegable interés científico, pero es poco frecuente por el miedo de los jugadores a sufrir secuelas, debido a que exige demasiada concentración.

Cuando los Grandes Maestros juegan a ciegas no mantienen una fotografía del tablero en su mente sino que recuerdan solamente la posición de las piezas clave en cada momento; cuando hace falta, deducen la ubicación de las restantes, memorizando las jugadas anteriores.

Debido a la gran exigencia de esta modalidad, Zambrana se sometió a una intensa preparación “para tratar de tener una memoria sin errores, porque no te puedes olvidar en qué jugada estás; por eso entrené mi memoria con algunos juegos, leyendo libros de ajedrez y memorizando partidas y jugadas”.

La otra mirada

RÉCORDS

El húngaro Janos Flesh realizó la mayor exhibición de simultáneas a ciegas, en el año 1960, al disputar 52 partidas a la vez.

El 25 de enero 1947, el maestro argentino de origen polaco Miguel Najdorf, en su afán de imitar esa proeza, se enfrentó en la ciudad de San Pablo, a ciegas, con 45 rivales.

ESPECTÁCULO

Durante el desarrollo de la segunda fase del torneo que se llevará a cabo en la ciudad de Lucena, en Córdoba, España, se jugará una partida denominada “espectáculo a la ciega” en la silla más alta del mundo, que mide 27metros de altura, la que estará disponible para ser visitada por todas las personas que así lo soliciten.

Cayó de entrada

En la primera ronda del certamen, disputada ayer por la mañana, el tricampeón argentino Rubén Felgaer venció al boliviano Oswaldo Zambrana. Andrés Rodríguez Vila superó al campeón invidente José Luis López e hicieron tablas Enrique Rodríguez Guerrero con Guillermo Soppe.

La frase

Me he enfrentado antes a todos los grandes maestros que participarán en ese torneo, con muy buenos resultados, por lo que me encantaría ganar esta primera versión”

Oswaldo Zambrana / Ajedrecista boliviano

Se juega hace más de dos siglos

La práctica del ajedrez a ciegas comenzó hace dos siglos y medio, cuando en el año 1752 el francés François André Danican, conocido como Philidor, brindaba exhibiciones simultáneas a ciegas, con los ojos vendados o de espaldas a los tableros, ante dos rivales a la vez, en los salones parisinos del Café de la Régence, y lograba vencerlos.

A mediados del siglo XX, el método se perfeccionó y los grandes maestros de la escuela soviética jugaban a ciegas como entrenamiento, pero con la prohibición rigurosa de no disputar más de seis partidas simultáneas, porque los médicos no aconsejaban su práctica.

Ese tipo de exhibición es muy poco común en nuestros días porque su práctica produce mucho agotamiento, lo que exige varias semanas de reposo absoluto.


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