La tranquilidad de los pobladores de Cachuela Esperanza (Beni) fue interrumpida, desde el jueves en la tarde por más de medio centenar de personas, que a bordo de sus vehículos doble tracción cargados con sus lanchas y anzuelos llegaron hasta el lugar para participar del segundo torneo de pesca.
Niños y grandes; familias enteras aceptaron el desafío de vivir durante dos noches y tres días en la orilla del río Beni, escuchando el rugir de las cachuelas y soportando la elevada temperatura, que por la humedad se hace sentir con mayor fuerza.
Pero nada fue un obstáculo para que los pescadores ingresaran al agua en sus lanchas y otros se postraran en ambas orillas en busca del mejor ejemplar, que estaba escondido cerca de las piedras, que dan la impresión de estar quemadas por el fuerte sol que diariamente descarga su fuerza sobre ellas.
El agua parece quejarse al golpear con las piedras, que han sido testigo del paso del tiempo y de las diferentes etapas históricas que vivió Cachuela Esperanza, que tuvo su época dorada con Nicolás Suárez y con la goma y castaña.
El paisaje es hermoso, el atardecer es mágico, aunque el turismo es casi nulo en el lugar, ya que no existen las condiciones suficientes para albergar a los visitantes. Recién para este torneo de pesca se hizo un trabajo de mantenimiento a la carretera que está a 45’ de Guayaramerín.
El ganador fue de Riberalta
Eliseo Linares, presidente del club Jochi Pintau, organizador del evento, lo calificó como un éxito no por el tamaño ni peso de los ejemplares obtenidos, sino por la cantidad de personas que han dado inicio a una competencia que se realizará anualmente.
El ganador fue el equipo Los camberitos (Riberalta), seguidos por Los pirañas (Riberalta) y Club travesía (Cobija).
Si bien la pesca no fue buena, hay la promesa de volver para consolidar el torneo y devolverle a Cachuela Esperanza el lugar que se merece en lo turístico
Al otro lado del río
La seguridad de los competidores fue custodiada por efectivos de la Armada boliviana, que tiene asiento en Cachuela Esperanza. En una lancha vigilaban que todo esté en orden en el agua y en la playa
Los visitantes y lugareños de Cachuela sufren por las picadas del marigüí, un insecto que sale al amanecer y al atardecer en la zona. Su picada deja huellas, ya que saca roncha donde se asienta.
Los participantes acamparon en la playa que hay en las orillas de Cachuela Esperanza. Los organizadores coordinaron con las autoridades para que se ilumine el lugar por esas tres noches del evento.
Dos turbiones seguidos, impidieron que haya una mejor pesca. Los lugareños manifestaron que el cauce del río aumentó dos días antes del inicio del torneo, por lo que no hubo muchos peces.
El torneo en cifras
10
EQUIPOS PARTICIPARON
Más de treinta personas fueron parte del torneo de pesca en Cachuela Esperanza. Hubo equipos de Bolivia y Brasil
12.8 kg
EL MÁS PESADO
El ejemplar que hizo ganar la competencia fue un chanana o yaú, sacado el primer día de pesca por Jimmy Cambero
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