03 junio 2014

Polo. Es un deporte relativamente nuevo en Bolivia, pero que busca su espacio.

Este fin de semana se realizará en Santa Cruz el campeonato de polo, denominado Polo Day Copa El Día, que tiene un fin eminentemente benéfico de alianza con la ONG Operación Sonrisa, que será la beneficiada con la recaudación que se logre.

Para conocer algo más del polo en nuestro país y la finalidad de este campeonato, habla Patricio E. Deane, presidente de la Asociación Boliviana de Polo, deporte relativamente nuevo en Santa Cruz, pero que intenta posicionarse definitivamente.

¿Qué significa el Polo hoy en Bolivia y en particular en Santa Cruz?
P. D.: Si bien el polo es un deporte que se practica solamente en Santa Cruz, creemos que está en ascenso. Cada vez tenemos más gente interesada en nuestros eventos y en conocer más sobre este deporte.

¿Cuáles son los objetivos y las metas a alcanzar en su mandato?
P. D.: Este directorio de la ABP tiene como objetivo lograr, con metas simples, posicionar a este deporte dentro de Bolivia. Las principales son: captar más jugadores, mejorar el nivel de nuestro juego y lograr aumentar el número de canchas en donde podamos practicar este deporte.

¿Qué importancia tienen los eventos Polo Day y el Abierto para la actividad y a nivel deportivo?
P. D.: Estos dos torneos son la vitrina de nuestro deporte aquí en Santa Cruz. Son nuestra forma de mostrar al público lo que hacemos y un modo de incentivo para la mejora de nuestro juego. Es por esto que se invita al Polo Day desde hace 8 años a un jugador extranjero por equipo.

¿Se necesita algún entrenamiento especial para poder jugar al Polo, es un deporte peligroso?
P. D.: Para el polo se necesita principalmente saber montar bien a caballo. A diferencia de otros deportes, el polo demuestra un conocimiento único entre el hombre y el caballo y de este dúo con el resto del equipo.

El peso y tamaño de los caballos, las altas velocidades en las que se juega y los riesgos constantes de colisión, hacen del polo un deporte peligroso. Por este motivo existe un reglamento que busca reducir los riesgos al máximo.

¿Lo mismo respecto a los caballos, necesitan un entrenamiento especial, tienen que ser de una raza en particular?
P. D.: Sí, los caballos necesitan un entrenamiento diario y una alimentación balanceada. Deben estar acostumbrados a pecharse entre sí, a mucha fricción y necesitan una gran agilidad para pegar las vueltas al seguir la bocha.

¿Sufre el caballo, es peligroso para ellos?
P. D.: El caballo no sufre. Obviamente hay una cuota de peligrosidad para ellos porque este es un deporte de mucha fricción, velocidad y exigencia. Se trata de acotar este riesgo también para los caballos con las reglas de juego.

¿Cuál es la política en relación a los jóvenes y niños con este deporte?
P. D.: Este es un deporte en el cual no hay edad ni sexo para practicarlo. Mientras que el jugador esté al tanto de las reglas del juego (para no entrar en jugadas peligrosas), no hay ningún impedimento. Solamente se tiene que poder manejar bien al caballo y tener la fuerza como para pegar con el taco a la bocha.

Obviamente en el caso de los niños es un proceso que se va dando de a poco. Existen tacos especiales para niños que son más livianos y se usan caballos jugadores mansos que hacen que el aprendizaje sea mucho más fácil.

¿Cómo fue la decisión y cuál es el objetivo de abrir el evento Polo Day al público en general?
P. D.: Desde que empezamos a realizar este tipo de torneos en Santa Cruz, la gente que asistía era invitada por la Asociación. Hoy creemos que, gracias al esfuerzo realizado por las personas que me precedieron en este cargo, existe mucha más gente interesada en conocer este deporte. Es por ello que decidimos abrir nuestras puertas a un mayor público esperando que la pasión del polo pueda llegar a mucha más gente y así sumar jugadores a nuestros equipos.

¿QuÉ consideraciones hace acerca de la alianza entre la ABP con Operación Sonrisa?
P. D.: Realmente nos hace muy feliz poder ayudar a una fundación tan comprometida y de arduo trabajo como es Operación Sonrisa. Esperamos que nuestra relación se siga afianzando con el correr de los años y que podamos, aunque sea mínimamente, ayudar a sonreír a muchos niños en Bolivia.

Por último, una reflexión sobre las ventajas de vincular los valores humanos intrínsecos en la solidaridad que promueve Operación Sonrisa y los valores inherentes al deporte, en este caso de la mano del Polo.
P. D.: El trabajo que realiza Operación Sonrisa en Bolivia, junto con sus directores y voluntarios, es realmente admirable. Las misiones que llevan a cabo cada año, solo son posibles gracias a personas que no solo entregan su tiempo sino que poseen un gran corazón y una alta capacidad de trabajo en conjunto.

Nuestro deporte se basa en el trabajo en equipo y es por eso que queremos tomar a este grupo de personas como ejemplo y aportar nuestro grano de arena para ayudar, junto a ellos, a los más necesitados.

"En este deporte no hay edad ni sexo, solamente hay que manejar bien el caballo".

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