15 junio 2014

Se organiza la asociación de mujeres cachascanistas



Flor Silvestre, una de las cholitas luchadoras de El Alto, tiene rotura de ligamento. Anda con unas botas de cachascanista y con vendas. En el pie se le ve, además, una profunda cicatriz.

Ellas sufren una serie de lesiones, entre las más comunes están: luxaciones del hombro, de la rodilla, de los tobillos. Rosita la Cariñosa cuenta que un día, al realizar un salto mortal, cayó de rodillas y tuvo que alejarse de este espectáculo por seis meses.

Pese a este riesgo, no tienen un seguro médico y los empresarios les pagaban un monto que no les alcanzaba para las curaciones. Por ejemplo, Rosita la Cariñosa manifiesta que las principiantes reciben Bs 50 por pelea y las antiguas más, pero igual de insuficiente.

Ésta es la razón principal para que ellas decidieran conformar la primera Asociación de Cholitas Luchadoras de Bolivia, cuya directiva fue posesionada hace dos semanas en la Dirección de Cultura de la Alcaldía de El Alto.

Claudina la Maldita cuenta que la idea surgió hace tres años, cuando empezaron las peleas en el coliseo 12 de Octubre. Muchas de ellas son madres solteras que necesitan apoyo cuando se lastiman o cuando están embarazadas y no pueden subir al ring.

Algunas quedaron solas porque sus esposos celosos no aguantaron que sus parejas “estén coqueteando” en el cuadrilátero, según Claudina la Maldita.

Además, dice que lo que ganan no les alcanza para vivir, de modo que todas se dedican a otros oficios, como comerciantes o profesoras. Ella es costurera y estudia Enfermería.

También la asociación pretende tramitar la declaratoria de Patrimonio Cultural de El Alto, es decir que las mujeres cachascanistas sean reconocidas como fundamentales para esta ciudad. El director de Culturas de la Alcaldía de El Alto, Ivar Iriarte, sostiene que esto podría darse en un futuro porque consideran que ellas “fortalecen la cultura de esta ciudad y el turismo”.

Escuela de defensa personal

La Asociación de Cholitas Luchadoras creó la primera escuela de lucha libre para enseñar este deporte espectáculo y defensa personal a mujeres. Con ese fin, lanzó la primera convocatoria para dictar clases de defensa personal. Las inscripciones se reciben en el coliseo 12 de Octubre de El Alto.

Testimonios

Rosita la ‘Cariñosa’

‘Es como una droga que me han inyectado’

“Mi mamá estaba en contra. Me decía: ‘¿Cómo vas a entrar ahí?, estás loca; ¿qué nos va a decir la gente?’ Pero yo quiero este deporte. Es como una droga que me han inyectado, ya no puedo salir de esto. Ahí tengo que estar, si no lucho un domingo digo: ‘¿Qué estarán haciendo?, ¿estarán luchando?, si quiera iré a mirar’. Es algo que te llama”.

Claudina la ‘Maldita’

‘Iba a entrenar de ocultas; no quería mi papá’

“A mí me gustó la lucha libre desde pequeña porque mi papá era la Momia Munra. Yo iba a entrenar de ocultas para que no le digan a mi papá porque él no quería que practique. Iba de buzo, pero con el propósito de que sepan que era de pollera, por eso iba con mis trenzas. Un día me dijeron: ‘Tienes que entrar’ y convencieron a mi papá”.

Flor Silvestre

‘He salido del maltrato físico de mi pareja’

“Gracias a Dios conocí a Mister Atlas y a Ángel Azul que me metieron en la lucha y así salí del maltrato físico y moral de mi pareja. Ahora estoy separada, soy sola. Tengo dos hijas que mantener. Estoy practicando la lucha para defenderlas. Decirles a las mujeres que no se dejen dominar por el hombre, yo salí de un tabú grande y aquí estoy”.


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